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Carlos Galdos

Cabo 2001/2004

Carlos Galdos Fernández

Nací en Irún en la calle Fermín Calbetón, en casa, como se nacía entonces.

Mi madre irunesa y mi padre donostiarra,  jugador de la Real Sociedad en los tiempos  de la rivalidad con el Real Unión y esto lo digo por el pique que había entre los dos, pero mi padre se hizo  muy, pero que muy irunés.  Fue hasta vicepresidente del Real Unión… y  Hachero titular. Él  fue quien me enseñó a querer el Alarde  desde muy pequeño. Fui también Hachero como lo es actualmente mi hijo y espero que la 4ª generación, mis nietos, también lo sean.

Desfilé por primera vez el año 48 en la Compañía del Real Unión siendo Capitán Vicente Salas y cantinera Maricarmen  García Rementería. Los años sucesivos seguí  desfilando en la misma Compañía siempre que me lo permitieran la mili y los estudios. Mientras tanto me “alisté” en la Escuadra, el año 54, en la Asamblea-cena que tuvo lugar en “El Humo” de la calle Contracalle, fui el único que se alistó ese año. Ese día se despidieron de la Escuadra Perico Icardo y Antonino Ollo que bailaron, sobre una mesa, un tango amenizado por el acordeón de Carlos Gaztelumendi.

Entré como aspirante haciendo el número 10 y así estuve seis años hasta que llegué a número 1 y en el 59 desfilé por primera vez en la Escuadra. Entonces el aspirante que desfilaba pasaba a ser suplente siempre que diera 50 pasos. Yo creo que esos 50 pasos los contamos todos.

De suplente 3 años pasando a titular el 63 con el número 24. La Escuadra se componía de Cabo y 24 números. Por trabajo no pude “tomar posesión” hasta el 65. Eso dio pie a que los dos que me seguían me adelantaran quedando yo detrás de ellos. A lo largo de los años fui escalando puestos por las bajas que se producían en la Escuadra. Mi ilusión, no sé porqué, era llegar a la 2ª fila, aún lo ignoro. Llegué a esta fila el 93 y por circunstancias ese año desfilé en la 1ª donde ya fui fijo desde el 97. En la Asamblea del 2001 salí elegido Cabo en la 1ª votación. Fue tanta mi emoción que fui  incapaz de articular palabra y después de un buen rato pude decir “gracias a todos”

Anteriormente se elegía Cabo entre los diez primeros del escalafón y sin votación.  Más .anteriormente, nos reuníamos en la calle Peña y después de tomar unos vinos se le decía a uno de los veteranos si quería ser Cabo y si aceptaba él era el Cabo.

Podría contar un sinfín de anécdotas a lo largo de todos estos años, pero solo contaré una, la 1ª al ser elegido Cabo.